El respeto se proyecta desde la actitud y autoestima individual y se refleja en otros valores como la justicia que al combinarse con la honestidad permiten el cuidado de los derechos y obligaciones de la comunidad universitaria.
La puntualidad, confianza, compañerismo y la bondad del corazón, son ingredientes que no pueden faltar, el desarrollo de una integración participativa crea un ambiente agradable de convivencia tanto en la contribución al ornato y limpieza de la infraestructura, así como la imagen que se transmite de la institución, razón por la cual se prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas y substancias psicotrópicas o estupefacientes con el afán de evitar actitudes negativas en el caso de la violencia, y las dificultades en el rendimiento académico y desarrollo intelectual de la persona.
Depende de cada elemento humano el óptimo desempeño de la Institución, más que voluntad la ética es un compromiso con la vida. La conciencia y el conocimiento son funciones que se cumplen dentro y fuera de casa, el estudio permite aprender y como ser humano estar sujeto a normas de convivencia que se establezcan con el paso del tiempo.
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