Vive
en el sector norte del cantón Ambato, a diario libra muchos obstáculos para
llegar a la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, que está ubicada en
el Campus Huachi de la Universidad Técnica de Ambato.
Ahí
con la ayuda de su hermano llega a las aulas del noveno semestre, sigue la
carrera de Educación Básica… su sueño es ser profesor de uno de los colegios de
Ambato.
Cuenta
con su silla de ruedas, la que se dobla y desdobla, de acuerdo a las
necesidades del usuario. Muchas veces es atendido diligentemente por los
transportistas, otras veces, es ignorado… igual ocurre con los taxistas. No
todo el mundo es sensible a su realidad y a la realidad de sus semejantes.
No
obstante su imposibilidad de poder caminar, tiene una amplia sonrisa, como si
en su alma se hubiese quedado cautiva la aurora o como si los rayos del sol
hubiesen impregnado su brillo en esta vida de constante sufrimiento.
Es
una de las personas felices que puede gritar a los cuatro vientos que cuenta
con el apoyo total de su familia. Un hermano que es su sombra para llevar y
traerlo a donde quiera ir, una madre maravillosa, que aparte de dorar el pan
para la mesa, mantener a sus hijos, tuvo tiempo para irle a dejar, irle a traer, abogar por la nueva
oportunidad cuando no podía dar un examen debido al deterioro constante de su
salud.
Se
considera una persona afortunada, tiene el amor de su familia, la solidaridad
de sus compañeros, la comprensión de sus maestros, la admiración de sus amigos
y la ternura de la naturaleza, que lo envuelve en el campo donde vive.
Será
un gran profesor y sus primeras enseñanzas tendrán que ver con la firmeza, el
valor, el amor y la solidaridad, luego vendrá el de la enseñanza de la
investigación científica, de la investigación y hablará también del pensamiento
complejo de Morin, el filósofo contemporáneo que no concibe una civilización
sin valores, sin sentimientos, sin afectos, sino un mundo lleno de amor, de
respeto, de valores, de sensibilidades francas.
En
el proyecto “Acéptame como soy”, que promueve
la UTA con el Dibesau, se lo presentó como lo que es: un gran referente y su
mensaje fue muy corto, pero muy definitivo: hay que esforzarse para salir
adelante… hay que dejar atrás la mediocridad!.
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